-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------“El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor. El libro ha superado la prueba del tiempo... Quizá evolucionen sus componentes, quizá sus páginas dejen de ser de papel, pero seguirá siendo lo que es.”

UMBERTO ECO

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viernes, 10 de diciembre de 2010

BIBLIOTECA CENTRAL UNIVERSIDAD HUMBOLDT. ALEMANIA

Un monumental templo multimedia: el Centro Grimm de Berlín



Con el Centro Jacob y Wilhelm Grimm, la Universidad Humboldt de Berlín dispone por primera vez en su historia de una biblioteca central, que, por otra parte, apenas da abasto para acoger a tal cantidad de inquisitivos lectores.

Los hermanos Grimm son bien conocidos popularmente ante todo por su faceta de recopiladores de cuentos, y no tanto como cofundadores de la Filología Alemana. Un campo, sin embargo, en el que Jacob y Wilhelm legaron a los expertos trabajos que abrieron nuevos caminos para la lingüística. Su proyecto fundamental en esta tarea fue el Diccionario Alemán, con el que pretendían dejar testimonio de todas las palabras de la lengua desde Lutero hasta Goethe: empresa de vocación tan monumental, que no bastaron para completarla ni los diez años calculados en principio, ni tampoco la vida entera de los hermanos. Wilhelm acababa de terminar la letra D antes de morir; Jacob expiró pasado el artículo «Frucht».

 El concurso arquitectónico del año 2004 se decidió finalmente a favor del arquitecto suizo Max Dudler. Para la edificación propuso una composición geométrica en forma de bloque compacto cuyas diez plantas levantadas a lo largo de la vía del tranvía se elevarían notoriamente por encima de la línea de los tejados berlineses, aunque adaptándose a los edificios vecinos mediante sectores constructivos de menor altura.
El exterior del edificio no muestra más que una severa pared de piedra natural fabricada con mármol del Jura de tonos amarillos, semejante al travertino, punzonado con precisas aberturas. Con forma de rectángulo vertical y tres anchos distintos, las ventanas se suceden por las fachadas en una secuencia aparentemente inacabable. Se nos impone en principio la abstracción de una pared recorrida por ventanas, sin detalles, sin subdivisiones, sin molduras ni marcos. Pero la vista tampoco resbala desganada por las monótonas filas, y ello se debe a los ritmos que marcan los diferentes formatos de las ventanas.
Una atmósfera arrebatadora en la sala principal de lectura

Resguardado del ruido de las calles y el metropolitano, el centro funcional e intelectual del edificio es la impresionante gran sala de lectura, con 252 puestos de estudio. Se levanta formando terrazas desde la planta de entrada a la cuarta, con claraboyas para recibir la luz del día.

Cada terraza está asociada a un departamento distinto de la biblioteca de libre acceso, distribuida por varias plantas. Junto a esta arrebatadora atmósfera de la Sala Principal hay instaladas también salas para trabajo en grupo y, con dimensiones asombrosamente generosas, 54 celdas para trabajo individual. El resto del total de más de mil puestos de trabajo está repartido por todo el edificio.

En la séptima planta, un área para niños y padres, equipada con cuarto de juegos y biblioteca infantil, da a los padres la posibilidad de estudiar tranquilos mientras los niños se ocupan en otra cosa. Resulta asombroso el elevado nivel de los suelos de Jura, los tabiques fabricados con cerezo americano y las paredes enchapadas en madera, al igual que el meticuloso acabado, de factura artesanal sin tacha; y todo ello pudo realizarse sin sobrepasar el presupuesto fijado inicialmente de 75 millones de euros. Bien puede entenderse que Milan Bulaty, Director de la Biblioteca, esté tan entusiasmado con ella. Pues no es nada frecuente oír la palabra "belleza" asociada a arquitectura contemporánea.

Los inconvenientes de la fascinación
«Pero, por desgracia, la arquitectura y la belleza de las terrazas de lectura que tanto fascina a nuestros usuarios tienen también su lado negativo», explica el Director. «En las temporadas punta nos llegan entre 5.000 y 6.000 lectores al día. Entre semana, de 11:00 a 19:00 h. no hay puestos libres, mientras que las cabinas individuales las tienen reservadas desde meses examinandos de las pruebas de fin de carrera.» Y eso aunque, gracias al préstamo y la devolución automatizados, la Biblioteca ofrece horarios de apertura generosísimos: está abierta siete días a la semana, y de lunes a viernes incluso hasta 24 horas al día.

Falk Jaeger (Berlín)
es historiador y crítico de la arquitectura
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